sábado, 10 de marzo de 2018

Marzo 2018. Historia de dos ciudades de Charles Dickens



Ya tenemos lectura para este mes.  Nos vemos el próximo 20 de marzo, a las 20 h. en la sede de la Biblioteca Municipal de Zaratán, edificio Azarbe.

Esta novela es un clásico de la literatura inglesa del siglo XIX. Trata paralelamente las realidades de Inglaterra y de una Francia revolucionaria.

Tomando como punto de referencia la revolución francesa, Dickens muestra los problemas sociales y políticos de Inglaterra, temiendo que la historia se repitiera en su país natal cuando el escribía esta novela.

En el contraste de estas dos ciudades presentadas, Inglaterra se presenta como la confianza, la tranquilidad, el futuro asegurado, mientras Francia se convierte más y más peligrosa a medida que avanza la novela. Los actos de violencia realizados por el pueblo francés, están dentro de las escenas más memorables del libro. Dickens rechaza la violencia revolucionaria en sus dos formas, tanto es su forma popular, por las masas, como en su forma institucionalizada como es el terror.

Dickens escribió un libro sobre dos ciudades, una que entendía y conocía y la otra que no entendía ni conocía. Su descripción sobre la que no conocía es casi mejor que la que sí conocía.

Los críticos sostienen que Dickens basó su novela sobre la obra de Carlyle sobre la revolución francesa, pero se podría decir que Historia de dos ciudades es la novela del libro histórico de Carlyle, es decir es la historia pero con el sentimiento agregado, es el relato que te atrapa y te sumerge en los hechos revolucionarios de Francia en el siglo XVIII.

Charles Dickens

(Portsmouth, Reino Unido, 1812 - Gad's Hill, id., 1870) Escritor británico. En 1822 su familia se trasladó de Kent a Londres, y dos años más tarde su padre fue encarcelado por deudas. El futuro escritor entró a trabajar entonces en una fábrica de calzados, donde conoció las duras condiciones de vida de las clases más humildes, a cuya denuncia dedicó gran parte de su obra.

Charles Dickens
Autodidacta, si se excluyen los dos años y medio que pasó en una escuela privada, consiguió empleo como pasante de abogado en 1827, pero aspiraba ya a ser dramaturgo y periodista. Aprendió taquigrafía y, poco a poco, consiguió ganarse la vida con lo que escribía; empezó redactando crónicas de tribunales para acceder, más tarde, a un puesto de periodista parlamentario y, finalmente, bajo el seudónimo de Boz, publicó una serie de artículos inspirados en la vida cotidiana de Londres (Esbozos por Boz).
El mismo año, casó con Catherine Hogarth, hija del director del Morning Chronicle, el periódico que difundió, entre 1836 y 1837, el folletín de Los papeles póstumos del Club Pickwick, y los posteriores Oliver Twist y Nicholas Nickleby. La publicación por entregas de prácticamente todas sus novelas creó una relación especial con su público, sobre el cual llegó a ejercer una importante influencia, y en sus novelas se pronunció de manera más o menos directa sobre los asuntos de su tiempo.
En estos años, evolucionó desde un estilo ligero a la actitud socialmente comprometida de Oliver Twist. Estas primeras novelas le proporcionaron un enorme éxito popular y le dieron cierto renombre entre las clases altas y cultas, por lo que fue recibido con grandes honores en Estados Unidos, en 1842; sin embargo, pronto se desengañó de la sociedad estadounidense, al percibir en ella todos los vicios del Viejo Mundo. Sus críticas, reflejadas en una serie de artículos y en la novela Martin Chuzzlewit, indignaron en Estados Unidos, y la novela supuso el fracaso más sonado de su carrera en el Reino Unido. Sin embargo, recuperó el favor de su público en 1843, con la publicación de Canción de Navidad.
Después de unos viajes a Italia, Suiza y Francia, realizó algunas incursiones en el campo teatral y fundó el Daily News, periódico que tendría una corta existencia. Su etapa de madurez se inauguró con Dombey e hijo (1848), novela en la que alcanzó un control casi perfecto de los recursos novelísticos y cuyo argumento planificó hasta el último detalle, con lo que superó la tendencia a la improvisación de sus primeros títulos, en que daba rienda suelta a su proverbial inventiva a la hora de crear situaciones y personajes, responsable en ocasiones de la falta de unidad de la obra.
En 1849 fundó el Houseold Words, semanario en el que, además de difundir textos de autores poco conocidos, como su amigo Wilkie Collins, publicó La casa desierta y Tiempos difíciles, dos de las obras más logradas de toda su producción. En las páginas del Houseold Words aparecieron también diversos ensayos, casi siempre orientados hacia una reforma social.
A pesar de los diez hijos que tuvo en su matrimonio, las crecientes dificultades provocadas por las relaciones extramatrimoniales de Dickens condujeron finalmente al divorcio en 1858, al parecer a causa de su pasión por una joven actriz, Ellen Teman, que debió de ser su amante. Dickens hubo de defenderse del escándalo social realizando una declaración pública en el mismo periódico. En 1858 emprendió un viaje por el Reino Unido e Irlanda, donde leyó públicamente fragmentos de su obra. Tras adquirir la casa donde había transcurrido su infancia, Gad's Hill Place, en 1856, pronto la convirtió en su residencia permanente.
La gira que inició en 1867 por Estados Unidos confirmó su notoriedad mundial, y así, fue aplaudido en largas y agotadoras conferencias, entusiasmó al público con las lecturas de su obra e incluso llegó a ser recibido por la reina Victoria I de Inglaterra poco antes de su muerte, acelerada por las secuelas que un accidente de ferrocarril dejó en su ya quebrantada salud.

Febrero 2018. El sillón del diablo, de Victor M. del Pozo


En este caso tendremos las presentación, por el propio autor, de "El sillón del diablo"

Valladolid, año 1550. Un espantoso crimen alterará la fría calma de sus noches. Andrés de Proaza, estudiante de medicina e hijo de un rico comerciante, es arrestado por torturar y asesinar a un niño de diez años. Tal barbarie parece perpetuarse a través del tiempo, pues en el siglo XXI, un renovado Valladolid asiste incrédulo al delirio de un asesino empeñado en emular a Proaza. El inspector Navarro deberá seguir los pasos de un psicópata del siglo XVI para poder detener esta nueva amenaza. Antes deberá comprender los motivos que parecen impulsar a ambos: un sillón… el sillón del diablo.

Víctor Manuel del Pozo nació en Valladolid en una fría tarde de febrero de 1983, durante una gran nevada. Desde muy pequeño empezó a mostrar un especial interés por la literatura. En los últimos años ha compaginado los estudios en Ingeniería Informática con su pasión por la escritura, creando casi un centenar de microcuentos y relatos breves, alguno de los cuales ha resultado ganador en certámenes literarios locales. Esto lo convierte, como dice él orgulloso, en un ingeniero de letras, algo difícil de encontrar. El sillón del diablo puede considerarse su ópera prima, una obra en la que aúna su pasión por la ciudad que le vio nacer y el placer de ser un contador de historias, especialmente de aquellas que transcienden en el tiempo. victormdelpozo.es