Esta obra de Ernest Hemingway
cuenta la historia de un experimentado pescador, llamado Santiago, a quien todo el mundo
llama “el viejo” en el poblado costero cubano en donde vive. De
acuerdo a la voz narrativa, pese a la pericia que este hombre habría podido
tener, gracias todos sus años de experiencia en el mar, en el momento en que
comienza la historia, alcanza un total de 84 días sin poder atrapar un solo
pescado.
Decidido a dar por finalizada
su mala racha, el viejo parte solo hacia el mar, decidido a no volver hasta que una grandiosa pesca le devuelva su
honor de pescador. De esta forma, a kilómetros de la costa,
cuando solo eran él y el mar, sucede lo impensable: un pez espada, de grandes
dimensiones, pica el anzuelo de esta pescador, quien emocionado, no puede creer
el giro que ha dado su suerte, y se dispone a luchar una batalla que sabe que
no será sencilla, puesto que el enorme animal no se rendirá tan
fácilmente.
Atrapado por el anzuelo y
batallando por su vida, el pez espada sostiene con el viejo pescador tres días de ardua
batalla, en la cual el hombre comienza a verse a sí mismo,
cuando era joven, y según él tenía además de su juventud una muy buena suerte,
que le permitía conseguir enormes y buenas pescas. Así también, sus
pensamientos lo llevas a recordar a Manolín, un joven muchacho con quien –pese
a la gran diferencia de edad- había logrado tejer una amistad, forjada durante
los viajes a pescar, los cuales habían terminado a petición de los padres del
joven, quienes en vista de la mala suerte del pescador, le habían pedido a su
hijo que buscara compañías más prósperas.
Luego de tres días de fuerte lucha sostenida, el pez comienza a dar señales de
cansancio, y al igual que la mente aturdida del viejo pescador, el animal da
vueltas sin sentido alrededor del bote. Entendiendo la situación, la mente de
Santiago escapa al delirio, que se ofrece ya como destino, para ocuparse de la tarea de atrapar finalmente
a este pez espada, el cual simboliza su triunfo, y el final de
su mala racha.
Finalmente, clava un arpón, con todas sus fuerzas, en el cuerpo
del pez, matándolo. Con sus fuerzas casi extintas, el hombre
logra amarrar al enorme pez a un costado del bote, y emprende el viaje de
regreso, feliz porque todo el pueblo lo verá regresar triunfante, sin contar
con la buena paga que recibiría por semejante ejemplar.
Sin embargo, la naturaleza
parece tener otros planes, y le ofrece al pescador otras dificultades. Por
consiguiente, la carne del pez espada se
convierte en carnada para los tiburones, quienes comienzan a
rodear el bote, para comer la carne del trofeo de Santiago. Comienza entonces
otra épica batalla contra los escualos, de quien el viejo se defiende con un
arpón, logrando incluso matar a cinco de estos animales.
No obstante, sus esfuerzos
fueron en vano, y en algunos descuidos los tiburones lograron arrancar pedazos importantes de carne del
pez espada. Devastado, el viejo pescador ve finalmente como su
trofeo ha quedado convertido sólo en un espinazo, puesto que los tiburones lo
han devorado. Con tristeza los increpa y acusa de su mala suerte.
Así, muy entrada la noche, el
viejo llega nuevamente a la orilla, y con tristeza abandona su bote en las
aguas, sin siquiera desatar el
esqueleto del enorme pez, con el que ya no cumplirá sus sueños.
Marcha a su casa a descansar. Sin embargo, no todo está perdido. Al día
siguiente, el esqueleto del pez sorprende a los otros pescadores y habitantes
del pueblo, quienes no pueden creer las dimensiones del pez que ha atrapado el
viejo, aun cuando solo puedan ver el esqueleto.
Uno de los sorprendidos es
Manolín, el joven amigo del viejo, quien además al ver el estado de cansancio,
tristeza y derrota del viejo pescador decide que de ahora en adelante, pese a lo que digan sus padres,
lo acompañará nuevamente al medio del océano a pescar, puesto
que lo mueve el gran agradecimiento que tiene hacia Santiago, quien le enseñó
todo de la pesca, desde que este muchacho tenía cinco años de edad.
A pesar de que Hemingway escribió
esta historia durante 1951, en su residencia ubicada cerca de la Habana, Cuba,
no fue sino hasta finales del año 1952, cuando fue publicada por primera vez, gracias
al trabajo editorial de la revista estadounidense Life, quien la publicó,
inaugurando un verdadero éxito entre los lectores, quienes agotaron los
ejemplares, en tan solo un día, por lo que los empresarios editoriales
decidieron entonces imprimirla en formato libro, a tan solo unos pocos días del
triunfo de este relato en la revista Life.
De esta manera, esta breve pero profunda historia, en donde Hemingway
–según apunta la Crítica- aborda con
magistral talento temas esencialmente humanos, como la soledad, la adversidad,
la lucha, la constancia, la amistad, el valor, el triunfo y la derrota, se
convirtió en una de las obras literarias más importantes del siglo XX, haciendo
además que su escritor recibiera el premio Pulitzer, en el año 1953, así
también como el Nobel de Literatura el año siguiente. Así mismo, esta historia
de Hemingway ha sido llevada varias veces al Cine.
Nos vemos el próximo miércoles 18, a las 20 h, en el aula del Club de Lectura del Centro Cultural Azarbe
Nos vemos el próximo miércoles 18, a las 20 h, en el aula del Club de Lectura del Centro Cultural Azarbe