domingo, 31 de diciembre de 2017

Enero 2017. Momo, de Michael Ende




En estas fiestas tan señaladas, una lectura muy apropiada.

En las ruinas de un anfiteatro, justo afuera de una ciudad de Italia sin nombre, vive una niña huérfana llamada Momo, que posee una habilidad extraordinaria de saber escuchar. Momo tiene amistad con todos y especialmente con el barrendero Beppo y el guía turístico Gigi.

Esta atmósfera placentera acaba con la llegada de los hombres grises, unos extraños individuos que representan al Banco de Tiempo y promocionan la idea de ahorrar tiempo entre la población (tiempo que puede ser depositado en el Banco y devuelto al cliente después, con interés). En realidad, hacen que la gente lo olvide todo salvo su obsesión por ahorrar todo el tiempo posible para un hipotético uso posterior. Gradualmente, la siniestra influencia de los hombres grises afecta a toda la ciudad: la vida se torna estéril, se deja de hacer todo lo que se considera perder el tiempo, como el arte, la imaginación o incluso dormir. Los edificios y las ropas están hechos exactamente de la misma forma para todos y el ritmo de vida se torna ajetreado. En realidad, cuanto más tiempo ahorra una persona, menos tiene: los hombres grises lo consumen en forma de cigarros, hechos de pétalos secos de las flores horarias que representan el tiempo. Sin esos cigarros, los hombres de gris no pueden existir.

Momo, por su especial personalidad, se convierte en un obstáculo para los planes del Banco de Tiempo. Los hombres grises intentan infructuosamente deshacerse de ella. Momo, junto a la tortuga Casiopea (que se comunica con ella gracias a los mensajes luminosos de su caparazón) se enfrentará a la dictadura de los hombres grises y terminará con ellos. Para ello, Momo deberá ir al mismo manantial del tiempo y así devolver el tiempo a todos.

Nos vemos el próximo martes 16 de enero a las 20 h en la Biblioteca Municipal. Centro Cultural Azarbe

domingo, 17 de diciembre de 2017

DICIEMBRE 2017. La sonrisa etrusca, de Jose Luis Sampedro



ÚLTIMA SESIÓN DE 2017

Un viejo campesino calabrés llega a casa de sus hijos en Milán para someterse a una revisión médica. Allí descubre su último afecto, una criatura en la que volcar toda su ternura: su nieto, que se llama Bruno, como a él le llaman sus camaradas partisanos. Y vive también su última pasión: el amor de una mujer que iluminará la etapa final de su vida concediéndole toda su plenitud... Una bellísima novela sobre el eterno problema del amor, con la verdad que ofrece un conocimiento profundo del alma humana. Sin duda, una de las mejores novelas de José Luis Sampedro, autor aclamado por la crítica y también por el público.

La sonrisa etrusca, parece escrito con vocación de sencillez y fuerza. "Escribo con una pasión enorme", dice José Luis Sampedro. "La pasión de expresarme. En el libro no hay trucos literarios. Está escrito con la máxima sencillez que he podido alcanzar". La novela de este hombre descomplicado y entusiasta, que se tiene por un buen constructor de historias, trata de un viejo partisano calabrés que viaja a Milán para ver al médico y descubre a su nieto, y a través de él vuelve a vivir. 

"Hay muchas historias en la novela", reconoce Jose Luis Sampedro, "pero en la vida siempre hay muchas historias". Todas ellas tienen un precedente en la vida real. La pasión por la naturaleza, representada en ese viejo anarquista que Sampedro retrata cálidamente viene de aquel año que pasó cuando tenía 9 ó 10 en casa de su tío el médico en un pueblecito de Soria, y de la guerra de España; mejor dicho, de sus recorridos por los campos, soldado sucesivo en los dos ejércitos enfrentados, y de su contacto con sus colegas campesinos. En la guerra llegó como máximo a cabo. "Ya entonces no me gustaba mandar", dice. De aquel recuerdo nació también El río que nos lleva y, posteriormente, su nombramiento de Ganchero Mayor del Reino con el que lo condecoró el ayuntamiento conquense de Peralejos de las Truchas.La historia del abuelo y el niño: "Hombre, claro", reconoce Sampedro, "ése es el gran tema". En su despacho, en un rincón, un triciclo. Reconoce más cosas: el niño es su nieto, Miguel, de cuatro años, que vive en Aravaca, Madrid, y con quien va a jugar muchas tardes, y reconoce que los pasajes que al niño atañen son verdaderos como pocos. "Toda novela a la que uno se entrega podrá ser mala, pero es autobiográfica".


Os esperamos el próximo martes 19, a las 20 h. en la Biblioteca Municipal de Zaratán. Edificio Azarbe

lunes, 30 de octubre de 2017

NOVIEMBRE 2017. El abanico de seda, de Lisa See




Ya tenemos lectura para noviembre. Una conmovedora historia acerca de la amistad y de las dificultades de comunicación. 

Como prueba de su buena estrella, Lirio Blanco, una tímida niña de siete años, hija de una humilde familia de campesinos, será hermanada con Flor de Nieve, que vive en un pueblo lejano y es de muy diferente ascendencia familiar. Por medio de una ceremonia ancestral, ambas se convierten en laotong («mi otro yo» o «alma gemela»), un vínculo que dura toda la vida y que será más profundo que el matrimonio. Desde el principio, y a lo largo de los años, Lirio Blanco y Flor de Nieve se intercambiarán mensajes en nu shu escritos en un abanico de seda, que las sirvientas llevarán de una casa a la otra. En abanicos y pañuelos darán cuenta de lo que nadie conoce: sus más íntimos pensamientos y emociones, y gracias a esa vía secreta de comunicación se consolarán de las penalidades del matrimonio y la maternidad. El nu shu las mantendrá unidas, hasta que un error en la interpretación de uno de los mensajes amenazará con truncar su profunda amistad.

La belleza femenina se concentraba en el tamaño de los pies, en los diminutos "lotos dorados" que hacían que las mujeres caminaran con pasos cortos y sensuales para deleite visual de sus maridos, y que constituían también un símbolo de represión profundamente machista que se detalla en la novela de principio a fin.

Así pues, bajo un doloroso proceso que comenzaba alrededor de los seis años, se conseguían las anheladas deformaciones que desde el punto de vista occidental representaron una verdadera carnicería que terminó al prohibirse en 1911 por el gobierno comunista (ante la influencia extranjera).

Lirio Blanco narra la historia de sus "años de hija", cuando una casamentera descubrió posibilidades maravillosas en sus pies que le permitirían ascender en la escala social mediante un matrimonio provechoso. Tal circunstancia hizo que la niña pudiese tener una laotong, es decir, una amiga, un alma gemela con quien compartiría dichas y sinsabores a lo largo de su vida. La relación entre ellas se describe con una intensidad y pasión insólitas, rozando incluso la voluptuosidad: se amarían más entre ellas que a sus propios maridos.

Las mujeres se comunicaban secretamente a través del nu shu, escritura femenina de trazos fonéticos que -al parecer- quedaba fuera del alcance de los hombres. Lirio Blanco y su laotong, Flor de Nieve, tendrían una vasta comunicación a lo largo de los años con la ayuda de un abanico y de telas primorosamente bordadas con esos caracteres.

En los "años de cabello recogido", se representaba a un fénix mediante el peinado que simbolizaba el cercano casamiento: “Si una hija no se casa no vale nada; si el fuego no arrasa la montaña, la tierra no será fértil”. Las jóvenes se preparaban con ahínco para confeccionar ajuares que les durarían toda la vida: trajes para fiestas, para el uso diario e incluso para los "años de recogimiento". La curiosidad les hacía preguntarse sobre los misterios del “trato carnal” que tendrían con sus esposos y que estaba tan ligado a la belleza de sus pies:
“Más tarde comprendería que para una mujer no hay nada más íntimo que sus zapatillas de dormir y que para un hombre no hay nada más erótico que ver la blanca piel de una mujer desnuda realzada por el rojo intenso de esas zapatillas.”
Los "años de arroz y sal" correspondían a la vida en casa de los suegros bajo la terrible responsabilidad de procrear hijos varones para poder sostener un puesto privilegiado en el hogar: “mejor tener un perro que una hija”. La inicial obediencia a los padres se trasladaba a la del marido y la suegra: las mujeres trabajaban duramente durante todo el día sirviendo a sus nuevas familias, recibiendo maltratos que acataban con docilidad y en muchos casos crueles golpizas por parte de sus esposos. 
“La única protección real que teníamos las mujeres era la apariencia plácida que ofrecíamos, incluso en los momentos de mayor angustia.”

NOS VEMOS ENTONCES EL PRÓXIMO MIERCOLES 15 DE NOVIEMBRE A LAS 20 h. EN LA BIBLIOTECA MUNICIPAL DE ZARATÁN, EDIFICIO AZARBE.

lunes, 29 de mayo de 2017

Junio 2017. El balcón en invierno, de Luis Landero



Si Marcel Proust se sirvió de una magdalena mojada en té como motor de la evocación, Landero no necesita más allá de un balcón. Asomado a la calle, a la vida, el narrador pinta un fresco —a veces doloroso, a veces colorista, siempre apasionante— de su pasado (infancia, adolescencia, juventud y edad adulta) y de su presente, el de escritor paralizado ante la búsqueda del adjetivo perfecto, al mismo tiempo disconforme y entusiasta del primer capítulo de una posible novela y, en fin, procrastinador literario. El balcón en invierno va de una vida hecha con los mimbres del dolor, la búsqueda de la identidad, la muerte y la vida.

"El balcón en invierno" comienza con el intento abortado de escribir una novela sobre un jubilado que pasea con un revólver (la trama que él mismo define como insincera al estar escrita "con oficio más que con devoción" resulta bastante prometedora hasta el punto de que deja con las ganas de más). Al autor no acaba de convencerle, por lo que decide realizar un recorrido autobiográfico por significativos pasajes de su vida, tras una salida al balcón que le recuerda otra similar junto a su madre, tras la muerte de su progenitor, en 1964. Landero se detendrá en sus primeros trabajos como chico para todo de una tienda de ultramarinos y aprendiz de mecánico, en el primer libro que tuvo, su reconversión en poeta, en su carrera en el mundo de la farándula, etc.


Estas memorias de Landero tienen un gran valor para los apasionados de sus escritos, pues saca a la luz las claves que dieron lugar a sus mayores hallazgos, tal y como sucedía con "Vivir para contarla", donde Gabriel García Márquez, explicaba minuciosamente el noviazgo de sus progenitores que inspiró su magistral "El amor en los tiempos del cólera".

Así, el extremeño explica la relación con su primo, Paco, un tipo imaginativo y optimista que le contagió su pasión por evadirse de la realidad y le abrió las puertas de un futuro creativo. De su mano, dejó un trabajo seguro como oficinista para convertirse en guitarrista flamenco. Los lectores reconocerán fácilmente la relación de Landero con esta persona como la simiente de "Juegos de la edad tardía" y "El guitarrista", sus mejores trabajos. Otros puntos, como su origen labriego le dieron mucho juego en "Entre líneas".

Y es que "El balcón en invierno" versa sobre todo de las relaciones entre fantasía y realidad, tema central de la bibliografía del autor, y que aquí alcanza la genialidad en pasajes como el baile del autor con Sofia Loren. También tienen en esta ocasión enorme importancia otros asuntos, como la nostalgia, la desaparición de la vida rural, el inevitable paso del tiempo y la trascendencia de las relaciones familiares, pues la vida de Landero está muy marcada por su progenitor, prematuramente fallecido. 

Como es habitual, el antiguo profesor de instituto, ya jubilado hace gala de un estilo literario tan evocador como impactante. Y por supuesto, no faltan las notas de humor con las que compensa los pasajes más dramáticos.

Nos vemos el jueves 15, a las 20 h, en la Biblioteca Municipal de Zaratán. Edificio Azarbe.










jueves, 18 de mayo de 2017

Mayo 2017. La amiga estupenda, de Elena Ferrante







Nos aventuramos este mes con una lectura de un autor, o autora, que es toda una incógnita.



Autora italiana, Elena Ferrante podría ser –o no- el seudónimo utilizado por otra escritora, o escritor, para firmar su obra literaria. De no ser así, nos encontraríamos ante una autora celosa de su intimidad hasta grado sumo, ya que de ella no ha trascendido imagen o entrevista alguna.

Ferrante se dio a conocer para el gran público con la novela Los días del abandono, que logró un gran éxito de ventas, sobre todo tras recibir una excelente adaptación al cine. Desde entonces ha recibido premios como el Oplonti o el Procida Elsa Morante, pero en ningún caso ha acudido personalmente a recibirlos.




La amiga estupenda arranca con la desaparición de Lila, la amiga estupenda de la narradora, Elena (Lenù). Las dos son mujeres mayores y Lenù parece ser la única capaz de ayudar al hijo de Lila a encontrarla, pero entonces se produce un salto al pasado, se deja de lado este punto de partida y la autora empieza a narrarnos los orígenes de esta amistad. Este primer libro comprende la etapa correspondiente a la infancia y la adolescencia de las protagonistas, la fase en la que forjaron su personalidad y crearon un vínculo entre ambas que no se rompería nunca.



Las muchachas pertenecen a un barrio pobre de Nápoles, las dos son inteligentes y en algunos momentos surge rivalidad entre ellas, aunque lo más característico de su relación es el carácter especial de la amiga: Lila tiene un intelecto brillante, pero además sabe defenderse y su personalidad no deja indiferente a nadie. Es una persona que haga lo que haga brilla con luz propia, todo lo contrario de lo que le ocurre a la seria y sensata Lenù, que a su lado se siente gris y anodina. Lenù encarna lo que se suele conocer como buena niña, mientras que Lila, a pesar de su genio, es la oveja negra. Dos protagonistas caracterizadas a la perfección, tan verosímiles que parecen mucho más que una creación ficticia.




A lo largo de los años las dos chicas pasan por diversas etapas: desde su lectura infantil de Mujercitas, que las llevó a fantasear con ser escritoras, a los rumbos desiguales de la adolescencia, cuando Lenù puede seguir estudiando y Lila se ve obligada a trabajar en el negocio familiar. Cada una hace su vida, en ocasiones a Lenù le cuesta comprender a Lila, pero aun así vuelven a unirse en los momentos clave. Este es el tema central de la obra.




La amiga estupenda también es una novela sobre el transcurso de la vida durante la infancia y, sobre todo, la adolescencia: Lenù narra sus vivencias en primera persona de una manera que resulta fácil ponerse en su piel, comprender las sensaciones que experimenta, la manera en la que una joven de barrio empieza a descubrir de qué va esto de la vida. Al tratarse de una adolescente estudiosa, hay muchas escenas relativas al colegio y reflexiones llenas de incertidumbre sobre los resultados académicos.



La novela dista mucho de centrarse solo en dos personajes: se muestra el estilo de vida de los vecinos de un barrio napolitano humilde a mediados del siglo XX, gente sencilla que se conforma con tener un plato de comida en la mesa y se resigna ante la ley del más fuerte al coincidir con los más acomodados. Hay asuntos turbulentos, peleas callejeras, fiestas adolescentes, una mujer inestable y el temible don Achile que asusta a las niñas. Un marco rico y coral en el que las relaciones entre los jóvenes y sus familias se reflejan con grandes dosis de realismo.




Teniendo en cuenta las inquietudes de las protagonistas, es inevitable que en este contexto surja el tema de cómo estudiar y ascender de posición cuando se pertenece a una familia pobre. Cada chica refleja una situación distinta: Lila sigue los pasos marcados por su familia, mientras que Lenù, aun con la desaprobación de su madre, puede seguir estudiando y comprueba que la teoría que le enseñan en clase no le proporciona soluciones prácticas para su día a día. Ella es una chica muy inteligente, pero sigue siendo una ingenua para los asuntos de la vida.


NOS VEMOS EL PRÓXIMO JUEVES 25 DE MAYO A LAS 20 h EN LA BIBLIOTECA MUNICIPAL DE ZARATÁN, EDIFICIO AZARBE





lunes, 10 de abril de 2017

Abril 2017 II. Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura. Un homenaje al teatro





Celebraremos este mes una sesión extraordinaria, en la que contaremos con la presencia de Alberto Guerra, que dirige, entre otras muchas cosas, el Grupo de Teatro de Zaratán. Quién, aprovechando un montaje que esta realizando de esta obra con una de las compañías con las que colabora, nos hablará de "Tres sombreros de copa" de Miguel Mihura.


Tres sombreros de copa supone, por su originalidad, una ruptura con el teatro cómico anterior. Mihura la escribió en unos tres meses; la creó, según sus propias declaraciones, «sin esfuerzo», «con facilidad, con alegría, con sentimiento». Consideraba que había encontrado con esta obra un estilo propio y sin influencias ajenas, y se mostró orgulloso de su «virtud melódica», de su ritmo, de «esa cadencia especial que sonaba a verso».

En Tres sombreros de copa, Mihura contrapone, mediante una feliz convivencia de lo poético y sentimental con lo humorístico y satírico, dos mundos: el burgués, hipócrita, rígido y limitado por una aparente y estricta moral, y otro, despojado de la rutina y los convencionalismos del primero, libre y vital, pero igualmente engañoso. Dos mundos a los que «solo salva la humanidad de Dionisio y Paula», sus protagonistas.


La historia transcurre en un hotel de provincias, en la «habitación de un hotel de segundo orden», «en una capital de provincia de segundo orden» de algún lugar de Europa, la noche en la que se hospeda en él ,Dionisio, su protagonista, a la espera de su boda, que se celebrará al día siguiente. En el intervalo de esas horas, llega a conocer a Paula, joven bailarina de una compañía de revistas, de paso por la ciudad, que actuará en ella también el día siguiente. La presencia de Paula y la troupe de la compañía, le descubre un mundo que le era desconocido, y hace que Dionisio reconsidere su intención de casarse, para marcharse con Paula. Finalmente, resignado, sale del hotel en dirección a su boda.


Nos vemos el próximo miércoles 26 a las 20 h, en la Biblioteca Municipal de Zaratán, Centro Cultural Azarbe.




Abril 2017. La tregua, de Mario Benedetti









Volvemos a las sesiones tradicionales con textos de autores consagrados, y lo hacemos con "La tregua", de Mario Benedetti.



La novela se desarrolla en la ciudad uruguaya de Montevideo, de febrero de 1958 a febrero de 1959. Martín Santomé es un viudo de 49 años que está a punto de jubilarse. La relación con sus 3 hijos ya mayores, Blanca, Jaime y Esteban, no es muy buena, a causa de su obsesión por el trabajo. Martín comienza un romance con Laura Avellaneda, una joven de 24 años que entra a trabajar en la empresa para la cual trabaja Martín. Poco a poco, la relación entre ellos va aumentando hasta que viven juntos en un apartamento que Martín alquila exclusivamente para sus encuentros, que como deja ver el protagonista en su propio diario son algo más que sexuales, ya que se establece una relación de amor entre ellos. Y este hombre, casi sin proponérselo, decide abrir en su vida un paréntesis luminoso.

La soledad y la incomunicación, el amor y la sexualidad, la felicidad, la muerte y los problemas políticos son algunos de los temas que aparecen en La tregua, una novela que se ha traducido a decenas de idiomas y ha sido adaptada al cine, la televisión, el teatro y la radio, pero que sobre todo ha gozado de la excepcional acogida de los lectores de todo el mundo.

La Tregua es un As de la baraja literaria. Benedetti es simplemente asombroso. Martín Santomé es un hombre monótono, quien luego de conocer a Laura Avellaneda se transforma en un amante tierno. Esta historia de amor con décadas de diferencia, es hermosa para las parejas que tienen una buena diferencia de edades. Avellaneda y Santomé me atraparon en su historia de amor, me hicieron querer más y de forma mejor. Ciertamente fue un grato acierto leer esta novela del poeta. Los invito a leerla, a dejarse llevar, a amar a Santomé como Avellaneda, o viceversa.

Nos vemos el próximo jueves 20 de abril, a las 20 h. en la Biblioteca Municipal de Zaratán. Centro cultural Azarbe.








viernes, 24 de febrero de 2017

MARZO 2017. Mi querida Astarté de Mª Angeles Paniagua



Para este mes os proponemos una lectura de una autora vallisoletana, y contaremos con su presencia en la sesión del grupo.

Nos vemos el próximo jueves 16 de marzo en el Centro Cultural Azarbe de Zaratán.







La desaparición de Elisa no se habría descubierto tan rápidamente de no haber sido porque el avión en el que debía viajar ha sufrido un trágico accidente. Cuando la policía le devuelve el equipaje a Alberto, su marido, este descubre en un estuche media docena de pendrives. Poco a poco, a través de ellos, irá conociendo a Astarté, el otro yo de Elisa, una mujer enganchada a webs adultas, desinhibida, deseosa de conocer y disfrutar un nuevo mundo que la deslumbra y la atrapa, y enredada en una complicada relación que la llevará a un desenlace inesperado. Mi querida Astarté son las reflexiones de una mujer que, llegada la mediana edad, se da cuenta de que no ha cumplido sus sueños de juventud y descubre (o cree) que aún está a tiempo de llevarlos a cabo.


A fuerza de ser yo y ser otra


"...Roberto, mi hijo mayor, me contó que sus amigos se comunicaban en un chat, y que existían unos programas de mensajería instantánea para comunicarse con todo el mundo, conocidos y desconocidos. Era la nueva forma de conocer gente. A mí lo de comunicarse con conocidos me pareció bien, hasta práctico. Pero lo de los desconocidos no terminaba de entenderlo. La primera vez que Roberto entró en un chat, tomé posición en una silla a su lado y no me moví, vigilando constantemente la pantalla. Así durante días. Al mismo tiempo que mi hijo perdía interés por el chat yo lo ganaba. Pensaba que, si existía un chat para niños, existiría otro para adultos. Podía ser divertido. No tenía muchos conocimientos de informática, ni del manejo de las redes, pero a fuerza de horas y ganas, me convertí en casi una experta en chat, programas de mensajería y redes sociales. Creé varias cuentas, una formal para la familia, otra para los amigos y otra anónima para cuando tenía ganas de jugar a ser otra.


Y a fuerza de ser yo y ser otra, me había ido construyendo un mundo paralelo de espaldas a la realidad..."                                               












miércoles, 25 de enero de 2017

FEBRERO 2017. La Cartuja de Parma de Stendhal








Un clásico para este mes.  Que lo disfrutéis. Nos vemos el próximo 16 de febrero, jueves, a las 20 h. en las instalaciones de la Biblioteca Municipal de Zaratán.

A los diecisiete años, deslumbrado por la figura de Napoleón, el joven Fabrizio del Dongo, hijo segundo de un reaccionario aristócrata de Milán, parte con intención de reunirse al ejército con el que el emperador va a disputar su batalla final. La mala suerte hace que sea confundido con un espía y sólo pueda ver la batalla de Waterloo a lo lejos.
La tía de Fabrizio, la fascinante Gina, duquesa de Sanseverino, y su amante, el primer ministro del ducado, Conde Mosca, urden un plan para promocionar la carrera del adorado sobrino en la corte de Parma. A toda costa deciden quitarle la idea de hacerse militar y le convencen para que se haga cura, aunque su vida no tenga tantas aventuras. Gina es objeto de las proposiciones del detestable príncipe Ranuccio-Ernesto IV, al que se ha jurado rechazar con todas sus fuerzas.
Fabrizio, que tiene en mente a la adolescente hija de uno de los rivales políticos de su tía, Clelia Conti, se hace amante de una actriz cuyo novio le ataca con un arma de manera que él se ve obligado a defenderse y le mata y huye de Parma con el pasaporte del muerto. Pasa un tiempo en Bolonia y allí, su relación con otra actriz provoca un nuevo duelo.
En la corte de Parma, los enemigos políticos de su tía (en especial, una tal marquesa de Raversi) consiguen convencer al príncipe de que la muerte del novio de la actriz ha sido un asesinato premeditado y le condena a muerte. En una seria discusión con él en la que amenaza con marcharse a otro lugar de Italia, la marquesa Sanseverina consigue que la condena quede reducida a prisión y que la marquesa Raversi sea desterrada. Ésta, de acuerdo con otros de su facción, tiende una trampa a Fabrizio y consigue que sea encarcelado en la torre de Farnesio, que custodia el padre de su amada, el general Fabio Conti.
Desde su celda y a través de un tragaluz, Fabrizio consigue comunicarse con la dulce Clelia, que corresponde a sus sentimientos. Gracias a ella, se libra de los intentos de envenenamientos que ponen en práctica sus rivales. De acuerdo con la marquesa Sanseverina, la joven le facilita los medios de fuga. Al principio, Fabrizio se niega románticamente a abandonar la prisión donde es feliz por poder verla a ella todos los días y cambiarla por la libertad lejos de ella, pero la chica le obliga bajo amenaza de volver a verle.
Con una historia así, que no queremos terminar de desvelar para que os veáis obligados a leerla comienza la Cartuja de Parma, una de las novelas más reconocidas de Stendhal. El autor escribió su obra cumbre en menos de un mes, durante su «exilio» consular en Civitavecchia. Sin embargo, es fruto de años de estudio y pasión por el Renacimiento italiano en sus textos, en los que creía encontrar el tipo de vida enérgica, fuerte, dolorosa pero a la vez más plena y auténtica, que creyó encontrar en su deambular napoleónico por toda Europa y en su descubrimiento de Italia, y que añoraría siempre.




Stendhal, el más conocido seudónimo de Henri Beyle (Grenoble, 23 de enero de 1783 – París, 23 de marzo de 1842), fue un escritor francésdel siglo XIX.
Valorado por su agudo análisis de caracteres y la concisión de su estilo, es considerado uno de los literatos más importantes y más tempranos del Realismo. Es conocido sobre todo por sus novelas Rojo y negro (Le Rouge et le Noir, 1830) y La cartuja de Parma (La Chartreuse de Parme, 1839).
Henri Beyle utilizó diferentes seudónimos para firmar sus escritos, siendo Stendhal el más conocido de ellos. Existen dos hipótesis plausibles sobre el origen del seudónimo:[ la más aceptada es que tomara el seudónimo de la ciudad alemana de Stendal, lugar de nacimiento de Johann Joachim Winckelmann, fundador de la arqueología moderna y al que admiraba. Una segunda hipótesis es que el seudónimo sea un anagrama de unas islas que Stendhal conoció y que le dejaron una profunda impresión.
Nacido Henri-Marie Beyle en una familia burguesa, su padre Chérubin Beyle, era abogado en la Audiencia Provincial. Quedó huérfano de madre cuando contaba sólo con siete años. Su padre, que se encargó junto a su tía de su educación, fue encarcelado en 1794 durante el Terror por su defensa de la monarquía. También mantuvo un fuerte trato con su abuelo materno, Henry Gagnon, médico de profesión, al que admiraba profundamente, y al que en alguna de sus obras llamará padre.
Estudió desde 1796 en la Escuela central de Grenoble y logró unas altas calificaciones en matemáticas. En 1799 fue a París, con la idea de estudiar en la Escuela Politécnica, pero enfermó y no pudo ingresar. Obtuvo un trabajo en el Ministerio de Defensa, en el que ya trabajaba su primo Pierre Daru.
Al año siguiente viajó hacia Italia, como subteniente de los dragones, acompañando a la retaguardia del ejército mandado por Napoleón. Su estancia en Italia le permitió conocer la música de Domenico Cimarosa y Gioacchino Rossini (del que escribió una célebre biografía, Vida de Rossini), además de las obras de Vittorio Alfieri. En 1801 participó en la campaña de Italia con las tropas napoleónicas, sirviendo en el Estado Mayor del general Claude Ignace François Michaud como ayudante de campo. En esos años, Stendhal entra en contacto con los intelectuales de la revista Il Conciliatore, y se acerca a las experiencias románticas.
En 1802 deja el ejército, pasando a trabajar de funcionario de la administración imperial en Alemania, Austria y Rusia, pero sin participar en las batallas del ejército napoleónico. Ese mismo año pasa a ser amante de Madame Rebuffel, primera de la decena de amantes que tuvo de las que se conocen nombre y apellidos.
Fue a vivir a Milán en 1815, y dos años después publicó Roma, Nápoles y Florencia, toda una declaración de su amor por Italia, y en el que se describe el llamado síndrome de Stendhal, que es una especie de éxtasis y mareo que se produce al contemplar una acumulación de arte y belleza en muy poco espacio y tiempo. Stendhal lo experimentó al contemplar la basílica de Santa Croce de Florencia.
Ese mismo año viajó a Roma, Nápoles, Grenoble, París, y por primera vez a Londres. En 1821 realizó un segundo viaje a Inglaterra, para recuperarse de unos reveses amorosos, y un tercero en 1826, también debido a problemas. Los años siguientes los dedicó prácticamente a un vagabundeo por Europa.
De nuevo en Italia, fue expulsado bajo la acusación de espionaje, y tuvo que regresar a París. Allí empezó a trabajar en un periódico, desde el que pudo diseñar su programa esencialmente romántico, caracterizado y mejorado con el reconocimiento de la historia como parte esencial de la literatura.
Viajó al sur de Francia en 1830, y en 1831 a Trieste. De 1832 a 1836 es destinado como vicecónsul de Francia a Civitavecchia, puerto de los Estados Pontificios cercano a Roma. Dos años después fue a París y a Lyon. A finales de 1837 hizo dos largos viajes por Italia.
En 1836 obtiene un permiso para París, permiso que en principio era para tres meses, pero que se alarga hasta tres años. Durante estos años alterna estancia en París con viajes por toda Europa. En 1839 viajó a Nápoles acompañado por su amigo Prosper Mérimée. En 1841 tuvo un primer ataque de apoplejía y consigue por motivos de salud un nuevo permiso para París.
El veintidós de marzo de 1842, Stendhal sufre un nuevo ataque en plena calle. Trasladado a su domicilio, muere en la madrugada del 23 sin haber recuperado el conocimiento. Es enterrado al día siguiente en el cementerio de Montmartre.
En su lápida hizo escribir el siguiente epitafio: «Henry Beyle, milanés. Escribió, amó, vivió 59 años, 2 meses. Murió el 23 de marzo de 1842».
Su fama la debe fundamentalmente a sus cuatro famosísimas novelas: Armancia (1826); Rojo y Negro (1830); La Cartuja de Parma (1839) y Lucien Leuwen (1894). Otras obras, menos conocidas, son: El rosa y el verde (1837), Mina de Vanghel (1830), y los relatos cortos recogidos y editados más tarde por Henri Martineau en el volúmen Crónicas Italianas (1929).
Los principales temas de su producción literaria fueron su marcadísima sensibilidad romántica y un poderoso sentido crítico, que dieron vida a su filosofía de caza de la felicidad, egotismo típico de todos sus personajes. El análisis de las pasiones, de los comportamientos sociales, el amor por el arte y por la música, además de la búsqueda epicúrea del placer, se expresaban con un modo de escribir personalísimo, en el que el realismo de la observación objetiva y el carácter individual de su expresión se fundían de modo armónico.
Por todas estas razones, Stendhal tuvo que sufrir el vacío que le hicieron sus contemporáneos, con excepción, como se dijo anteriormente, de Honorato de Balzac, pero alcanzó una enorme fama después. Mezclando con acierto la ambientación histórica y el análisis psicológico, sus novelas describen el clima moral e intelectual de Francia. Stendhal ha sido considerado el creador de la novela moderna, que dio paso a la gran narrativa del siglo XIX. Se dice que es el escritor del XIX que menos ha envejecido. Su positivismo, sin contaminar por ideologías, muestra al lector un lenguaje muy moderno.